El deseo de muchos es ver la sazón de los días que transitamos, y cada vez me convenzo más de que ciertamente la veremos, si tan sólo, procuramos los elementos necesarios para lograrlo. Permítanme hablarles un poco al respecto.
Cuando empleo el término Sazón, me refiero a oportunidad, ocasión, coyuntura, punto, circunstancia, proporción, culminación, perfección, cumplimiento, florecimiento, desarrollo, refinamiento.
Para lograr la debida sazón nos debemos a diversos procesos que, por elección propia o circunstancial, debemos atravesar.
En tal sentido, uno de los elementos fundamentales para comenzar debe ser remover lo nebuloso. Ahora, ¿Qué es lo nebuloso? Es algo confuso, oscuro, vago, borroso, turbio, ininteligible, incomprensible, incierto, dudoso, inseguro, problemático, gris, cerrado, sombrío.
Nebulosa es cualquier cosa en nuestra vida cotidiana que no está claramente definida. No puede haber nada confuso, incierto, vago. Mientras más entendido esté en quien soy y mi propósito en la vida, más fácil será construir el camino.
Como segundo elemento, es importante elevar nuestra vida por la fuerza de su espíritu. Fuerza en el mundo natural, se mide con musculatura. Mientras que en lo espiritual, fuerza se refiere a visión y entendimiento. Entonces, me refiero a que debemos tener una vida de visión y entendimiento. Siempre te recomendaré ser regidos por lo que dice lo espiritual y no lo natural.
Además, deseo exponerte algunas premisas que también demandan una nueva sazón:
· Debemos revisar que nuestros valores sean consistentes. Que desde nuestros hogares se forjen.
· Una nueva sazón requiere mujeres hermosas, pero con mucha sustancia interna.
· Hombres con un alto sentido de responsabilidad.
· Hombres y mujeres que amen a sus hijos como una prioridad, entendidos que son una herencia para ellos.
· Debemos estar atentos a cosas que nos estén sucediendo en tiempos precisos de nuestra vida, porque el modo de vida en que operas o la existencia inconsciente, suele negar la adquisición de un nuevo destino, esto es muy peligroso. Es peligroso ir por la vida sin saber la sazón que ella tiene para ti, sin saber dónde estoy, ni para que nací.
· Las cosas que te están ocurriendo tienen una sazón determinada. Por ejemplo, ¿En qué sazón te encuentras ahora sentimentalmente como hombre, como mujer?
· ¿Cómo te estás desarrollando dentro de esa sazón? Y en esta sazón ¿Quién es tu padre?, ¿Quién es tu mentor? Si es una sazón de inversiones ¿Qué haces para posicionarte adecuadamente? ¿No tienes sucesores? ¿Quién va a heredar? Y si los tenemos ¿Los estás formando para esto? Debemos aprender a utilizar nuestras sazones. Si se trata de una inversión, evalúa si estás haciendo cosas porque crees que tu visión de vida es comprarte un activo, una casa o lograr un viaje. No está mal proponerse este tipo de objetivos, pero no puedes diseñar todo un proyecto de vida para lograrlo. Debemos aprender a utilizar nuestros tiempos y oportunidades.
· Debemos tener un cambio en nuestras jornadas.
· Administrar nuestro tiempo es vital. Esto tiene que ver con los que tenemos varias responsabilidades y compromisos. Debemos ser mayordomos de nuestro tiempo. Enfoca y dedica tiempo al espíritu, al alma y al cuerpo. Prueba ese orden, me ha funcionado.
· Saber comer. Hacer ajustes en nuestra alimentación, implementar un plan de ejercicios, dietas. Elevar nuestra vida a nuevos niveles de conciencia debe implicar una reconfiguración de todos los aspectos que la conforman.
· Restringe tu consumo (Cuida de no ser compulsivo).
· Ser moderado.
· Debes dormir lo necesario (por lo menos de siete a nueve horas)
· Habilita tiempo para meditar – orar – escribir algo. Escribe algo por lo menos una vez al mes, siempre escribe algo. La práctica consecuente de estas premisas, nos ayudará a encontrar la sazón de nuestros días, transformará la oscuridad en luz y el sosiego habrá logrado su espacio entre nosotros.
Francisco Flores S.
Presidente FVN-EGLR.
No responses yet